El chinzairyo (palabra inventada heredera de chindōgu) sería un
material extraño, deformado o inútil.
Partiendo de los materiales más próximos al entorno de mi
anfitrión he decidido crear un chinzairyo a partir de uno de los dos propuestos
la semana pasada: la tela de las cortinas del hotel. Éstas se definen como
piezas móviles que cubren las ventanas por el interior de los edificios. Aunque
no lo parezcan, tienen distintas funciones: decorativa (color, estampado,
olor…), acústica, térmica, de luz/soleamiento, y seguridad. Están hechas
principalmente, de lino, algodón y poliéster. En las habitaciones del hotel que
mi anfitrión gestiona hay dos cortinas, una exterior de ‘foscurit’ (material
opaco) para suprimir la luz del exterior, y otra interior llamada ‘visillo’,
que es traslúcida, que deja pasar la luz, pero no las vistas desde fuera, y
cumple una visión decorativa por la cara interior. Guiándome según sus
funciones, he intentado potenciar la clásica función de la cortina de hotel
decorativa, a una multifuncional que tenga también funciones acústicas,
térmicas, y funciones decorativas diferentes a las tradicionales. Por ello he
hecho distintas pruebas mezclando pequeños trozos de esta tela de la cortina
con otros materiales como son el corcho, la gomaespuma, la gomaeva o el perfume.
Este es el resultado:
Tela de cortina con corcho añadido para
mejorar la acústica y la sensación térmica
Tela de cortina con gomaespuma añadida
para mejorar la acústica y la sensación térmica
Tela de cortina con gomaeva perforada para
mejorar la acústica
Tela de cortina con perfume para mejorar
la ambientación
También adjunto la lámina que voy a utilizar para presentar este
chinziryo y cómo éste fue presentado.
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