Se acerca el final de este curso. Hemos llegado a un punto en el cual conocemos perfectamente a nuestro anfitrión y su manera de habitar en el sureste. Hemos estrechado unos lazos con él y sabemos qué es lo que más nos interesa y que queremos contar.
Por ello, y de cara a la exposición final de curso, he decidido crear una versión del mundo de Juan Carlos construída por mí.
Esta versión de su mundo se va a construir en un rincón. En él he decidido plasmar lo que más me ha llamado la atención de su mundo y lo que quiero contar sobre él y su modo de habitar en el sureste.
El hotel al fin y al cabo pretende ser un lugar acogedor que se parezca lo más posible a una casa, en el que los clientes se sientan cómodos y puedan pasar una buena estancia. Todo esto no sería posible sin la labor de mi anfitrión, la gestión. Él se encarga de que haya un continuo mantenimiento y que todo esté en buenas condiciones. No se aprecia a primera vista, pero realmente hay un gran trabajo detrás del mantenimiento, y es esa gestión que realiza Juan Carlos.
Para reflejar estas ideas en mi trabajo, decidí crear un rincón que fuera acogedor. A primera vista parecería mantenido, pero conforme pasa el tiempo irían sucediendo cosas. Éste estaría compuesto por un sillón con un cojín y una manta, una mesa, una planta y una alfombra.
Las cosas que irían pasando serían cosas que ocurrirían si se dejara de mantener, es decir, se iría degradando muy poco a poco. Por ejemplo, la alfombra se iría ensuciando, las hojas de la planta se irían cayendo, el cojín y la manta se irían arrugando... También decidí colocar una botella a modo de pequeña gotera.
Además, quise plasmar el trabajo del personal del hotel en sus diferentes aspectos en un diagrama que muestro a continuación.
Por lo que esta semana he creado una primera versión de mi rincón, y este ha sido el resultado:
Adjunto también el diagrama:
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